El señor C. es un concejal de ayuntamiento de 36 años. Vive en un pueblo pequeño y desde que tenía 28 años ha manifestado un patrón de alternancia en su sintomatología. Presenta periodos en los que habla de manera brillante en los plenos, duerme unas 5 horas diarias, se muestra eufórico y muy activo, saluda y se para a hablar con todos sus conciudadanos intentando convencerlos de los avances generados por su grupo político en el pueblo. Afirma que en estos periodos sus pensamientos se aceleran y son más precisos. Estos periodos suelen durar 5 ó 6 días, tras ellos pasa a otro periodo de la misma duración en el que duerme más de lo normal, su estado de ánimo es algo triste y pierde considerablemente el interés por su trabajo, lo que hace que abandone bastante sus obligaciones laborales. Durante estos periodos no habla con casi nadie, esto provoca extrañeza en los demás y ha hecho que haya perdido casi a la mitad de sus amigos. Nunca ha tomado drogas. Recientemente le han hecho un chequeo médico que ha mostrado que goza de una excelente salud. Nunca ha sido hospitalizado ni ha estado detenido.
Recordemos que para hacer un diagnóstico no es suficiente con la breve información que se da en un caso escrito como este. Siempre resulta imprescindible realizar una evaluación en profundidad del problema que incluya una entrevista clínica con la persona.
Asumiendo que la información que nos aporta el caso sea veraz y esté contrastada, y que no haya más síntomas o alteraciones que los descritos, el diagnóstico DSM-IV-TR podría ser:
Eje I: Trastorno ciclotímico (F34.0)
Eje III: Nada que codificar sobre alteraciones orgánicas.
Eje IV: Haber perdido a la mitad de sus amigos.
Eje V: Nivel de deterioro social: moderado
Nivel de deterioro laboral: moderado.
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